Sevilla antes de la Giralda

Cuando, paseando por Sevilla, admiramos la armonía de la Giralda y el Patio de los Naranjos, la monumentalidad de las torres del Oro y de la Plata, la sobriedad del Arco del Postigo, estamos atisbando el esplendor de la Sevilla almohade: la capital de Al-Ándalus, antes de ser reconquistada por Fernando el Santo. Con buen estilo y sólida documentación, se nos cuenta aquí una historia fascinante, la de la construcción de la mezquita mayor sevillana en el solar donde luego se erigió la catedral (el Patio de los Naranjos y el primer cuerpo de la Giralda han quedado como reliquias de ella). Y, en contrapunto, las luchas contra los almohades de Alfonso VIII, con la fundación de la Orden de Santiago, que tuvo su casa central en otro hermoso monumento, el monasterio de Uclés.